DIA MUNDIAL DE LA HEPATITIS B Y C

El 19 de Mayo es el día de la hepatitis, tipo B y C, con el objetivo de concienciar a la población en general sobre estas afecciones cuyo virus está presente en 1 de cada 12 personas. En base a esta cifra, el lema de la actual campaña mundial a la que han adherido más de 200 entidades, a nivel internacional, es “¿Soy yo el número 12?"
Recordemos que esta enfermedad, si no es tratada como corresponde, puede derivar en consecuencias de gran perjuicio sobre la salud, e incluso, en cáncer de hígado o cirrosis, las cuales pueden desencadenar en la muerte.
Es por esta situación que la ONG World Hepatitis Allience (WHA- Alianza Mundial contra la Hepatitis), hizo un llamado a todos los gobiernos del mundo para que tomen medidas y acciones más concretas en la detección y tratamiento de este tipo de enfermedad viral crónica.
Existen algunos datos alarmantes sobre la hepatitis B y C que no son para desestimar: según se calcula entre unas 500 y 600 millones de personas en el mundo (1 cada 12 individuos) están infectados con la hepatitis viral crónica B o C, de los cuales, la gran mayoría, no lo sabe.
Hepatitis B
Las vías de contagio de la hepatitis B pueden ser por vía sexual, por transfusiones de sangre infectada o por pinchazo con agujas contaminadas. Además, también se puede contagiar vía intrauterina, es decir, una madre portadora puede transmitirle el virus a su hijo durante la gestación.
Por lo general, la infección pasa desapercibida, aunque también pueden manifestarse ciertos síntomas como cansancio, ictericia o coloración oscura de la orina.
En España, se detectan 12.000 casos de hepatitis B al año; de ellos, entre un 5% y un 10% se convierten en crónicos y alrededor de 250 pacientes llegan a desarrollar un cáncer de hígado a causa de la infección, según datos de la campaña. En total, los expertos estiman que hay entre 300.000 y 400.000 afectados en este país europeo.

Hepatitis C

Las principales vías de contagio de la hepatitis C son el pinchazo con agujas contaminadas o las transfusiones de sangre infectada; aunque en algunos casos, la enfermedad también puede contraerse por vía materno-fetal.

En la mayoría de los casos, la infección pasa desapercibida y, generalmente, cuando empieza a dar síntomas ya se ha producido una hepatitis crónica o una cirrosis. En España, se calcula que hay entre 800.000 y un millón de personas con hepatitis C, aunque las estimaciones hablan de un gran número de afectados que desconocen que portan el virus.

El tratamiento farmacológico es efectivo en muchos casos, y los pacientes consiguen recobrar la salud. Sin embargo, si el trastorno está muy avanzado y ha provocado daños en el organismo, la única solución es el trasplante hepático.

Tanto la hepatitis B como la C provocan un aumento de los niveles de transaminasas (enzimas del hígado), por lo que a través de un análisis de sangre puede sospecharse la existencia de la enfermedad. Por eso, la campaña contra la hepatitis, reclama la inclusión de la medición del nivel de transaminasas en los análisis de sangre rutinarios.

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